Durante la emergencia sanitaria por el COVID-19, los aeropuertos José Joaquín de Olmedo y Mariscal Sucre se han mantenido activos recibiendo vuelos de repatriación de ecuatorianos. Sin embargo, este 1º de mayo el aeropuerto Eloy Alfaro de Manta se ha sumado a esta decisión. Reabriendo sus puertas con el fin de recibir a los vuelos humanitarios que regresen a compatriotas al país.
Javier, fue uno de los pasajeros del vuelo de repatriación de la aerolínea Tame que llegó a Manta este 4 de mayo desde Fourt Lauderdale, EEUU. Mediante una entrevista, él nos explica su experiencia de viajar en medio de una pandemia global.
“Para el pasaje todo se hace por medio del consulado ecuatoriano. Había que llamar primero al consulado y hacer la petición”, menciona Javier acerca del proceso que tuvo que realizar para conseguir el cupo en uno de los vuelos. “Ya una vez aceptado, a través de Tame uno pagaba el pasaje”.
Comenta que su principal motivo y por el cual el consulado aceptó su petición para regresar al Ecuador en momentos tan difíciles, fue su familia. “Tengo a mi esposa que está en estos momentos embarazada y a mi hijo en Tosagua”, dice.
Al preguntarle acerca de la cantidad aproximada de viajeros, él nos contesta dubitativo, “básicamente el avión venía todo lleno”.
No obstante, gracias a un reportaje del Diario El Comercio, se logró conseguir el número de ecuatorianos que arribaron al país en este vuelo chárter. Fueron 144 los pasajeros que viajaban en esta aeronave. Debido a la gran cantidad de personas que venían en un mismo espacio se le preguntó acerca de las medidas de sanidad que se tomaron en el vuelo por el virus, a lo que nos respondió:
“Cada uno viajaba con su mascarilla, su gel y trataban de mantener durante el abordaje una distancia… Una vez que llegamos a la ciudad de Manta empezó el protocolo. Cada persona que llegaba tenía que dar su información. Obviamente guardaban cierta distancia. Te hacían llenar un formulario, te tomaban la temperatura. Y una vez estaba hecho el trámite del hotel, a recoger la maleta y posteriormente buses que habían puesto los hoteles nos trasladaron hasta aquí donde estamos ahorita guardando cuarentena”.
Finalmente, el hecho de que debió pagar por el pasaje para el vuelo saltó a la vista durante la entrevista, y se le preguntó: "¿Realmente lo consideró como un vuelo humanitario?"
Su respuesta fue: “Bueno en realidad lo único que ha sido humanitario es que te permiten viajar en una época en la que no está permitido. No ha sido nada pagado por el gobierno y todo es pagado por el viajero”.
Recalcando que: “Lo único humanitario sería realmente que te ha permitido viajar en época de esta pandemia”.
A pesar de esto, él nos menciona que está muy agradecido de que al menos le den la oportunidad a ecuatorianos que no se encuentran en su tierra natal a regresar al país y reunirse con sus familiares en momentos de crisis.
“En realidad si no fuera por estos vuelos humanitarios no estuviera aquí, entonces pienso que son muy importantes”.
Autora: María Emilia Rivadeneira.
Editado por: Sara Fariño
Foto colaborada por el entrevistado